
Se sabe que en los Estados Unidos, alrededor de 800 caballos de carrera mueren cada año debido a heridas mortales provocadas en las pistas. Se debe sumar además una cantidad aproximada de 3500 animales que resultan tan lastimados que no pueden terminar las carreras.
Dentro del margen general, los criadores obligan a correr a los caballos a la edad de 2 años. Estos animales no han terminado aún de desarrollar una adecuada estructura en otras palabras son muy propensos a sufrir heridas de tipo quebraduras o torceduras.