
En estos últimos tiempos se ha iniciado un debate muy necesario, después de tantos años de parálisis dogmática y de mirarnos el ombligo de los años treinta. Los principales centros han sido, por una parte el insurreccionalismo anarquista representado sobretodo por los compañeros del Estado Italiano y por la otra los anarquistas primitivistas representados especialmente por las corrientes anglosajonas de “green anarchy” tanto en Oregón como en el Reino Unido. Estas dos corrientes se entreveran en la corriente de “anarquía insurreccionalista verde o anticivilización”.
Es particularmente estimulante que el debate se haya desplazado desde el tedioso y repetitivo cnt’s-cgt’s (sea para distinguirse la una de la otra, o para fusionarse en quiméricas operaciones de unidad) a posiciones más frescas e interesantes, en el fondo es un debate interrumpido por más de 100 años de “anarquismo de estado”.
Es particularmente estimulante que el debate se haya desplazado desde el tedioso y repetitivo cnt’s-cgt’s (sea para distinguirse la una de la otra, o para fusionarse en quiméricas operaciones de unidad) a posiciones más frescas e interesantes, en el fondo es un debate interrumpido por más de 100 años de “anarquismo de estado”.