Camisea: el Desarrollo y la desolación en la Madre de las Selvas. Entrevista al equipo Alerta Amazónica | El Activista

sábado, 12 de noviembre de 2011

Camisea: el Desarrollo y la desolación en la Madre de las Selvas. Entrevista al equipo Alerta Amazónica

“A medida que avanza la frontera de extracción petrolera y gasífera en la Amazonía, buscando más reservas para lubricar los mercados con oro negro, los pueblos amazónicos ven cómo su vida, sus derechos y sus territorios se deterioran en silencio”. Alerta Amazónica es un proyecto colectivo de investigación, registro documental y apoyo a las comunidades indígenas en la Amazonía cuyas fuentes de vida y cultura, así como los ecosistemas que habitan, se ven amenazados por el avance de los grandes capitales de la Industria Extractiva de Combustibles Fósiles (petróleo, gas natural, etc) y por los intentos legales de despojo de sus territorios por parte de los Estados.

Sus tres integrantes estuvieron filmando y recogiendo material desde fines de Junio con el objetivo de realizar un documental que presentará los impactos generados, en los ecosistemas y comunidades indígenas, por el Proyecto Camisea, ubicado en las selvas del Cusco. Ellos viajaron desde Lima rumbo a la ciudad de Atalaya (Ucayali), para luego surcar el Río Urubamba durante varios días y conocer directamente las zonas de explotación de Camisea – considerada, a los ojos de los intereses económicos, como uno de los yacimientos gasíferos más grandes de América Latina – así como recoger el testimonio en el trayecto de los pueblos Nahua, Yine, Matsiguenga y Asháninka afectados por otras petroleras que operan en la zona.

Antes de dejar Barcelona, alguien les increpó el por qué tenían que cruzar el océano atlántico habiendo tantos problemas que tratar en sus lugares de origen (Cataluña, Región Española, Europa). Respondieron que, ahora, a inicios del S. XXI, hay más elementos imposibles de evadir para tener conciencia de que un problema en la Amazonía peruana es casi un problema local para los habitantes de las sociedades cuyas economías y bienestar siguen basándose en la depredación y explotación de otras regiones del planeta. Luego de leer sus artículos y entrevistas uno queda convencido al respecto.

Son bastante claros al señalar lo que sucede en la Madre de las Selvas desde hace algunos años ( y que todo indica continuará con mayor intensidad en los próximos) : “A medida que avanza la frontera de extracción petrolera y gasífera en la Amazonía, buscando más reservas para lubricar los mercados con oro negro, los pueblos amazónicos ven cómo su vida, sus derechos y sus territorios se deterioran en silencio”. En sus crónicas y artículos nos informan sobre el peligro que representa la Industria Extractiva para los pueblos en aislamiento voluntario; la forma en cómo la vida comunal se ve totalmente alterada por la llegada de las empresas con sus nuevas costumbres y valores; los daños y la modificación de los ríos, cielos y bosques por las actividades de exploración, explotación y transporte de los hidrocarburos; la manera en cómo se está “peinando la selva” (estableciendo líneas sísmicas) y abriendo kilómetros de caminos en selva virgen y Reservas Naturales para encontrar nuevos pozos de extracción; o cómo algunas comunidades – debido a las necesidades materiales en la zona, la dependencia y el clientelaje promovidos por las compañías – comienzan a tener “más chamba, pero menos pescado”(por la contaminación de los ríos); entre otros (ver blog Alerta Amazónica).

A continuación presentamos parte de la entrevista a dos de los integrantes del equipo: Marc Gavaldá y Jordi Salvadó, especialistas en ciencias ambientales y sociales, así como también documentalistas con una amplia experiencia en investigaciones, publicaciones y apoyo a las luchas de las poblaciones afectadas por el avance de las transnacionales petroleras en el continente, así en como otras regiones del planeta.

Periódico Acción Directa (PAD): ¿Cuáles son los principales aspectos vinculados al Proyecto Camisea que han podido encontrar durante el trayecto del viaje?

Marc Gavaldá (MG): Por un lado, el tema de los hidrocarburos es algo complejo porque también afecta a las necesidades y expectativas de la población. Estamos hablando de una desigualdad tremenda [entre la empresa y las comunidades] de condiciones tanto de vida como de recursos. Entonces las compañías petroleras sustituyen al Estado en estas zonas. Podemos decir que el servilismo, la instrumentalización de los dirigentes, de los procesos comunitarios, acaban siendo absorbidos por este chorro de dinero que tienen a mano las compañías petroleras.

Por otro lado, el tema de los pasivos ambientales[1] que se van transmitiendo a cuentagotas y, a no ser que hayan incidentes – episodios de derrames [de petróleo], de vertidos [de químicos] – es una muerte lenta que se va incidiendo en las comunidades: Cada vez hay menos pesca; la prospección sísmica[2] que afecta enormemente a los ecosistemas de los bosques; la forma en cómo se convierten los ríos y cielos, todos los caminos, como servidumbre y rutas de paso [para transporte de personal, materiales y petróleo en barcos, lanchas o helicópteros]. El tema de la emigración de gente que va a vivir a las zonas. Se realiza una ocupación muy grande de todas las comunidades nativas y también de los municipios amazónicos.

Periódico Acción Directa (PDA): ¿Y qué impactos más podrían decir que tiene el proyecto Camisea sobre las comunidades y los ecosistemas?

Jordi Salvadó (JS): Se habla de la muerte silenciosa debido a los pasivos ambientales. Y Lo que hemos podido observar es que, no se si pueda llamar muerte, porque la identidad es muy fuerte y persiste en muchos estratos y en diferentes manifestaciones. Pero lo que si hemos visto es que la incidencia de la compañía en la zona es muy fuerte y altera la organización social, las costumbres. Y bueno da un poco de miedo que, quizás a un corto plazo, el impacto social y cultural puede ser grave. No sabemos si irreversible, pero bueno uno ve que las cosas pasan. La historia está caminando muy rápido en estas zonas debido a la intrusión muy fuerte de estas compañías.

MG: Por otro lado, nos han alarmado bastante las expectativas que hay de encontrar mucho más gas. Estamos hablando de millones, de trillones de pies cúbicos (TPC) de gas que están escondidos en el Bloque 88, pero también en el 56, el 57 y ahora está PETROBRAS en el 58. Entonces, en concreto, REPSOL en el bloque 57 ya ha programado un encadenamiento de pozos de manera que el 57 se conectará con el 56 y este con el 88. De esta forma todo irá a Malvinas[3] donde está el Proyecto Camisea y todo este gas será conectado al gasoducto de la Transportadora de Gas del Perú (T.G.P) De manera que se van ampliar la frontera petrolera y gasífera. Esto significa que toda esta zona, sobre todo las dos orillas del Urubamba – tanto la derecha como la izquierda – están totalmente condenadas por toda explotación petrolera. Por ejemplo, en el bloque 57, Repsol ha presentado ya el estudio de impacto para la perforación de 23 pozos petroleros. Estamos hablando de una huella territorial que es muy grande y los impactos y modificaciones son irreversibles.

PAD: ¿Y cómo están reaccionando las comunidades indígenas y ribereñas antes este panorama??

JS : Bueno, las reacciones son muchas. Hay muchas reacciones en contra, pero lo que uno se da cuenta es que cuanto más se acercan [las comunidades] al pozo extractivo y a las centrales- en este caso Camisea- , más cerca están las comunidades a éstas, uno se da cuenta que la injerencia es tan fuerte y la llegada de dinero tan tentadora que la postura es ambigua: hay una especie de servilismo y a veces hemos encontrado una cierta complicidad con la compañía que…Incluso mucha gente no ha querido dar testimonio, quizás porque…- por todo esto no? [la relación ambigua con la empresa, por parte de un sector de las comunidades].

PAD: ¿Y han podido tener la versión de alguna compañía del Consorcio Camisea?

MG: Hemos comprobado que la impermeable vocación comunicativa de estas empresas [transnacionales petroleras, empresas subcontratistas, etc.] nos hace sospechar que esconden algo. Nosotros hemos realizado un sinfín de procesos de acercamiento hacia las empresas con el fin de que nos concedan una entrevista: desde fax, ochenta llamadas telefónicas y visitas a sus mismas oficinas. Y nos preguntamos para qué sirven tantos funcionarios de relaciones externas y relaciones comunitarias cuando ni siquiera se pueden comunicar con un ciudadano que demanda o exige información. Nosotros creemos que las compañías tienen una estrategia comunicativa hacia afuera, en el sentido de la propaganda, pero cuando realmente les interrogas, les cuestionas sobre los puntos críticos, ahí es donde se cierran en banda. Y más allá de Estudios de Impacto Ambiental[4] – que sabemos que no tienen calidad científica – las empresas [en este caso PLUSPETROL, quien está a la cabeza de consorcio] no tiene voluntad de comunicarse.

JS: Quería agregar también que, sobre los estudios de impacto ambiental en la zona, a veces uno duda también de la independencia de quien los realiza, porque, como decía Marc, la falta de presencia a nivel gubernamental hace que sea como un pequeño Estado en el que todo está tan mediado por la compañía que hasta uno duda de ciertas conclusiones de los Estudios de Impacto Ambiental.

PAD: ¿Algún último comentario que les quisieran dar a las poblaciones afectadas, al resto de personas que viven en el territorio peruano o aquellos activistas internacionalistas preocupados por el futuro de la Amazonía?

MG: Nos hemos sentido bastante sensibles al ver cómo el mapa del Perú está concesionado, cómo el 70% de la Amazonía está actualmente concesionada a lotes petroleros. Y estos contratos para cuarenta años generarán efectos que, si se deja correr los años, las consecuencias van a ser muy irreversibles. Yo creo que todavía el pueblo peruano está a tiempo de generar procesos de cambio y, como se ha hecho en otros países – o sea, un poco el mensaje sería -, es posible expulsar a las compañías petroleras. No es algo que esté dictaminado de por vida, sino que todo lo que se ha hecho, muchas veces en un contexto de extrema corrupción, con unas normas legales con poca sustentabilidad jurídica. Todo esto se puede tirar atrás. Entonces, el mensaje sería: es posible cambiar.

JS: En la actualidad, en estos días en Perú hemos vivido el cambio de gobierno y las promesas de Ollanta Humala donde todo el debate sobre el bloque 88 y Camisea se ha centrado sobre todo en reorientarlo al mercado interno para así bajar el precio del gas. Pero, es una situación que creemos que también precisa una reflexión más allá, más profunda, quizás de cambio de modelo energético porque las consecuencias en la zona son muy graves.

PAD: Muchas gracias y felicitaciones por el trabajo.

Más información en: alertamazonica.wordpress.com

Ver video en: Indymedia Perú

[1] Los Pasivos Ambientales hacen referencia a los problemas ambientales que una actividad económica genera a otras personas o actores involucrados por la realización o presencia de dicha actividad. Es un concepto desarrollado y utilizado por la Economía y el Derecho para intentar – en el mejor de los casos – valorizar, a través de artificios contables, en términos monetarios los daños y contaminación generados por alguna actividad económica.

[2] La prospección sísmica es un método utilizado por las industrias extractivas para analizar la estructura de los suelos y a partir de éstos determinar la existencia o no de yacimientos. Se utilizan explosivos a lo largo de líneas de muchos kilómetros que terminan por dañar los ecosistemas y las diversas formas de vidas en su interior, así como también pueden generar daños terribles para las vidas de las comunidades en aislamiento voluntario en aquellas zonas donde las hay.

[3] Planta de gas Las Malvinas es centro de tratamiento y extracción de líquidos del gas natural, así como el procesamiento para su transporte. Está ubicada en el Rio Urubamba, a poco tiempo de la zona de extracción en Camisea.

[4] Los Estudios de Impacto Ambiental son un procedimiento de evaluación de los impactos ambientales directos y aquellos posibles que generará una actividad económica u obra de infraestructura, entre otras. Durante mucho tiempo no se aplicaba este procedimiento. Ahora es un requisito administrativo que los proyectos extractivos deben cumplir en sus distintas etapas de producción y actividad. Algunos investigadores y científicos ambientalistas independientes cuestionan su calidad científica o la falta de ella.

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